Chavela Vargas, el recuerdo de una mujer irreverente

Chavela Vargas fue una mujer irreverente que desafió todos los estereotipos de género que había en su época: era lesbiana, feminista y no le interesaba para nada entrar en esa imagen de mujer elegante, distinguida y delicada que parecía ser obligatoria para todas las señoritas de buenas costumbres.

Tuvo una infancia bien difícil: sus papás la abandonaron y la crío una de sus tías, que además la escondía de las visitas porque tenía poliomelitis. Y según ella era muy fea y tenía las manos muy grandes.

En México tampoco la tuvo tan fácil. Quería cantar, pero todos le decían que no cantaba bien, así que antes fue mesera, cocinera, chofer y vendió ropa para niños en un almacén. Pero un día, dijo: “me importa cinco lo que me digan, yo voy a cantar y punto”.

Así salió ese estilo tan profundo y desgarrador con el que hizo historia en el folclor mexicano.