Impresionante récord mundial de un sudafricano que cruzó en remo el Atlántico

Zirk Botha es un sudafricano que recientemente pasó a la historia por imponer un récord mundial tras cruzar el océano Atlántico en su remo durante 70 días.

Botha completó el récord al llegar a Río de Janeiro luego de recorrer unos 7.200 kilómetros remando desde su natal Sudáfrica, más específicamente, Ciudad del Cabo. Todo esto sin asistencia especial.

La travesía inició el pasado 5 de diciembre del muelle de Granger Bay Marina en Ciudad del Cabo y concluyó el pasado 28 de febrero en Cabo Frío, una población cercana a Río de Janeiro.

Botha, además construyó él mismo su barco, ‘Ratel’; el mismo que fue su hogar durante las semanas de periplo.

“Cuando comencé a planificar este viaje hace dos años, la gente decía que estaba loco. Quiero animar a todos a que sueñen en grande, lo hagan en grande y nunca permitan que nadie los desanime. La vida es una gran aventura”, aseguró el valiente ‘marinero’.

¿Cómo superó día a día el récord, Zirk Botha?

El sudafricano detalló que tuvo que remar en promedio unas catorce horas al día, con pausas de descanso intercaladas y bajo fuertes oleajes.
Zirk dijo que “si bien tuve condiciones climáticas casi perfectas para facilitar una travesía récord, ha sido intensa, con solo dos días tranquilos durante toda la travesía. La naturaleza implacable del clima ha sido agotadora física y mentalmente. No estaba preparado para ese tipo de desafío”.

Para dormir, Zirk contó que lo hacía en un compartimento impermeable dentro de la embarcación; que a su vez contaba con paneles solares que brindaron energía para el recorrido.

¿Cómo solucionó Zirk el tema de la alimentación?

El sudafricano desalinizó el agua de mar y comida era deshidratada. Por precaución, él tenía provisiones para 120 días. Además, comunicó que recurrió a la pesca.

¿Dificultades durante la travesía para cumplir el récord?

Las duras condiciones y el demandante desgaste físico hicieron efecto. Zirk perdió 10 kilogramos de peso durante los 70 días del periplo.

“Como remero en solitario tuve que lidiar con todos los desafíos físicos, mentales y emocionales sin apoyo ni alivio. Tenía que navegar las 24 horas del día, los 7 días de la semana sin nadie más para vigilar visualmente los barcos o los cambios en las condiciones climáticas mientras dormía”, dijo Zirk.

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“Lo primero que hice al llegar fue comer una hamburguesa, papas fritas y una Coca-Cola, que estaba deseando y sabía realmente increíble”, comentó con entusiasmo el ‘hombre récord’.