Si bien es cierto que el planeta respiró un poco como consecuencia de la pandemia, la humanidad debe actuar pronto para evitar peores efectos del cambio climático.
Según un informe entregado por investigadores de la Universidad de Nueva Gales del Sur y la Fundación de Conservación Australiana, en los últimos 30 años, estos animales han desaparecido el 22 % de su hábitat.