De la Copa América y otro revés para Colombia como sede de un gran evento de fútbol

El retiro del país como sede de la Copa América 2021 revive los fantasmas del Mundial de 1986, así como del accidentado torneo celebrado en el país en 2001.

Corría el año 1973, cuando una comisión de la Fifa visitó el país con el objetivo de establecer si tenía o no la capacidad de realizar la Copa del Mundo, bajo el mandato del por ese entonces presidente, Misael Pastrana Borrero.

Gracias a las buenas gestiones y la cercanía del reconocido dirigente del balompié colombiano, Alfonso Senior Quevedo, cercano al Stanley Rous, presidente del ente rector del fútbol, finalmente el 9 de junio de 1974 se hizo oficial la confirmación de Colombia como sede del Mundial.

Todo un honor. También un desafío. Fue así como años después, el gobierno del presidente Julio César Turbay inició labores para celebrar por todo lo alto el certamen. Lo primero, crear la Corporación Colombia 86, cuyo propósito era, además de recolectar fondos privados, construir el estadio Metropolitano de Barranquilla.

El panorama, sin embargo, cambió el 25 de octubre de 1982, cuando el entonces presidente Belisario Betancur le anunció al país el retiro de Colombia como sede de la Copa Mundial de Fútbol de 1986.

Betancur consideraba exageradas las peticiones del organismo rector, como la construcción de doce estadios con capacidad mínima de 40.000 espectadores, cuatro más con aforo para 60.000 aficionados y dos para 80.000.

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Eso, sumado a la instalación de una torre de comunicaciones en Bogotá, congelar las tarifas hoteleras para miembros de la Fifa y edificar aeropuertos modernos con capacidad para recibir jets.

Ante este panorama, Betancur optó por renunciar a la sede, con la promesa de que ese dinero, el que se invertiría en los estadios, sería utilizado en la construcción de escuelas y centros de salud, lo cual no ocurrió.

Al final, México albergó el Mundial con éxito, reponiéndose a un devastador terremoto ocurrido tan solo nueves meses antes del puntapié inicial (31 de mayo 1986).

Fue la Copa del Mundo donde Diego Maradona se hizo mito, conduciendo a Argentina a la consagración.

Un sinsabor más

Lo sucedido con la Copa América 2021 también rememora el accidentado certamen de 2001, bautizado por el ese entonces presidente, Andrés Pastrana, como la ‘Copa de la Paz’ en un esfuerzo por reducir la tensión por la violencia que sacudía al país.

Por supuesto, el fútbol no escapó al conflicto entre guerrillas, paramilitares y fuerzas del Estado. Atentados terroristas, algunos con coche bomba, sacudieron a Bogotá, Medellín, Cali y Pereira. Todas eran sedes del torneo de selecciones más antiguo del mundo.

De modo que, cuando faltaba un mes para la inauguración, las entonces activas Farc secuestraron al vicepresidente de la Federación Colombiana de Fútbol (FCF), Hernán Mejía, lo que provocó el malestar de la Conmebol, que amenazó con arrebatarle la Copa a Colombia.

Pastrana asumió la celebración del torneo como una cuestión de Estado, volcó sus esfuerzos en esa dirección y la Copa finalmente se disputó, aunque con problemas: Argentina, ahora única sede de la edición 2021, se bajó del torneo, mientras que Brasil aceptó a medias y no envió a sus figuras.

Si bien la Tricolor, en su calidad de anfitrión se adjudicó el título, la celebración resultó agridulce y marcó un antecedente.