Estos serán los retos ambientales de Colombia para el 2023

Este 2023 llegó con un interés recargado por el cuidado y la protección del medio ambiente, varios retos ambientales  impulsados tanto por grandes movilizaciones internacionales y el Acuerdo Global sobre Biodiversidad, como por las transformaciones nacionales que buscará el Gobierno Nacional en las bases del Plan Nacional de Desarrollo.

El año que empieza se presenta como una gran oportunidad de fortalecer la integración entre las agendas de clima y biodiversidad para lograr el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible

WWF Colombia plantea algunos desafíos en materia ambiental, que el país tiene por delante en los próximos meses y que deben tener un lugar privilegiado en la agenda nacional.

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¿Cuáles serán estos retos ambientales?

1. Deforestación en la Amazonía

Con selvas y ríos inmensos que albergan naturaleza única, que sustenta una diversidad cultural notable en 7 millones de kilómetros cuadrados, uno de los retos ambientales será proteger la Amazonía, que es de gran importancia para Sudamérica y para todo el planeta.

De acuerdo con el Informe Amazonía Viva de WWF (2022), se estima que un 17% de los bosques amazónicos han sido transformados para darles otro uso. 

Son varias las actividades económicas que amenazan la región incluyen la ganadería y agricultura extensivas, seguidas de las extractivas, las actividades ilegales y la infraestructura mal planificada.

2. Colombia un país anfibio

Colombia cuenta con un 44% de los páramos de Sudamérica, cinco vertientes hidrográficas, 30 grandes ríos, 1.277 lagunas y más de 1.000 ciénagas, es un país anfibio.

En este contexto, Colombia ha liderado un papel protagónico en la conservación de dichos ecosistemas, al hacer parte del grupo de diez países donde habitan delfines de río y otras especies de cetáceos, que se unieron en un llamado a la acción para trabajar juntos por la conservación de estas especies.

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Foto: Shutterstock Brook WWF

3. Transición energética

Otro de los retos ambientales y una de las banderas más importantes para el Gobierno en su Plan Nacional de Desarrollo, es la Transición Energética, en donde es clave que el país empiece a tomar acciones urgentes para superar la dependencia de los combustibles fósiles.

Si bien existen ciertas prevenciones por parte del sector minero energético, el año 2023 será el momento oportuno para empezar a resolver esas dudas, la mayoría de las cuales tiene que ver con el hecho de que, en la actualidad, buena parte de los ingresos fiscales del país proviene de la explotación de combustibles fósiles como el petróleo y el gas.

Según datos de Fedesarrollo, la transición energética a 2035 costaría US$ 38.000 millones, lo cual significa una disminución anual de entre 0,23% y 0,27% del PIB.

Y la Cámara de Petróleo, Gas y Energía (Campetrol) estima que, para alcanzar la meta en el 2050, Colombia requeriría hacer inversiones anuales del orden de COP 86 billones anuales, con el fin de financiar completamente la construcción, operación y mantenimiento de los elementos necesarios para consolidar su transición energética.

4. Implementar el Acuerdo de Escazú

El Acuerdo de Escazú es el primer instrumento jurídicamente vinculante que promueve la participación ciudadana en procesos de toma de decisiones que puedan afectar el ambiente o la salud, y el acceso a la justicia ambiental frente a daños al ambiente y los derechos humanos.

Esto es uno de los retos ambientales mpas relevantes, en un escenario global en el que Colombia ocupa el sexto lugar como el país con más conflictos ambientales en el mundo, y también es uno de los países más peligrosos para los defensores del territorio y la naturaleza.

5. Empezar a saldar nuestra ‘deuda ambiental’

Actualmente, en el Congreso de la República, hace su curso legislativo un proyecto de ley que busca dar una definición de los pasivos ambientales, secuelas en la naturaleza producto de las actividades llevadas a cabo por las personas.

Este tipo de consecuencias sobre la Tierra son una deuda ambiental que debe ser saldada de manera urgente.

Uno de los retos ambientales es una ley que defina los pasivos ambientales, clasificándolos, por ejemplo, según su origen, responsables y el tipo de afectación, significa un paso en la dirección correcta para empezar a enmendar el daño ocasionado.

A pesar de que tres proyectos de ley con intenciones similares ya han fracasado en el Congreso, se espera que, en el curso legislativo actual, finalmente, se apruebe el nuevo proyecto, que ya superó los dos primeros debates.

6. La implementación de Kunming-Montreal

Otro de los retos ambientales es detener y revertir la pérdida de biodiversidad que quedó en el Acuerdo Kunming-Montreal.

Se buscará trabajar en objetivos como conservar el 30% de las áreas terrestres, aguas continentales y océanos, y restaurar el 30% de los ecosistemas de degradados de agua dulce, marinos y terrestres.