La organización interrumpió sus operaciones tras quedar rodeada por tropas israelíes. ONU estima más de 388.000 desplazados desde agosto; Israel asegura que la cifra supera los 700.000.
Médicos Sin Fronteras denunció que la ayuda humanitaria en Gaza es mínima y usada como herramienta militar contra los palestinos, pese al grave asedio y crisis humanitaria.