Los exmilitares habrían promovido un ‘plan de estímulos’ para que aumentaran las denominadas ‘bajas en combate’, situación que derivó en falsos positivos.
La Fiscalía llamó a indagatoria a seis generales en retiro del Ejército Nacional, por presuntamente estar involucrados en 141 ejecuciones extrajudiciales, también conocidas como falsos positivos, en La Guajira, Cesar y Magdalena. Las autoridades señalan que los seis exmilitares habrían promovido un ‘plan de estímulos’ para que aumentaran las denominadas ‘bajas en combate’, “situación que generó múltiples ejecuciones extrajudiciales”. Cinco de los uniformados retirados responderán por hechos ocurridos entre 2004 y 2008, y tienen relación con grupos tácticos y operacionales adscritos a la Décima y a la Segunda Brigada de Ejército Nacional, en Cesar y La Guajira.
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¿Quiénes son los generales que tendrían que responder por falsos positivos?
Los exgenerales son Fabricio Cabrera Ortiz, acusado por hechos ocurridos entre julio de 2006 y enero de 2008 que dejaron 95 víctimas; Hernán Giraldo Restrepo, por eventos sucedidos entre diciembre de 2004 y julio de 2006 en los que se conocieron 33 víctimas. También serán llamados Jorge Enrique Navarrete Jadeth, por 15 ejecuciones extrajudiciales en 2006; Raúl Antonio Rodríguez Arévalo, por dos hechos perpetrados en Manaure y Codazzi, en el departamento del Cesar, uno ocurrido en febrero y el otro en septiembre de 2006, en los que fueron asesinados siete hombres. Así mismo se encuentra Luis Felipe Paredes Cadena, por una ejecución extrajudicial en el corregimiento Mingueo, en Dibulla, La Guajira, el 18 de noviembre de 2006.
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Según la investigación, “las víctimas, en la mayoría de los casos, fueron engañadas con falsas ofertas laborales, trasladadas a sitios despoblados y apartados, entregadas a los uniformados y asesinadas con disparos de fusil a corta distancia y en circunstancias que no reflejaban un enfrentamiento armado”. Por último, fue requerido por el ente investigador Luis Fernando Rojas Espinosa, cuando comandaba el Batallón de Infantería N°4, por la muerte de dos señalados integrantes de las extintas Autodefensas Unidas de Colombia en marzo de 2004. Estas personas, al parecer, fueron llevadas a una zona boscosa del caserío Belén, en el Banco, Magdalena, puestas en estado de indefensión por unidades militares y asesinadas con disparos de fusil para luego ser pasadas por falsos positivos. Entre los registros se reportó lo sucedido como resultado de un enfrentamiento armado con un grupo irregular.