La Franja de Gaza atraviesa el momento más crítico desde el inicio de la ofensiva militar israelí el 7 de octubre de 2023. Con una cifra de muertos que ya supera los 53.000, según el Ministerio de Salud de Gaza, y un sistema humanitario colapsado, la ONU ha lanzado una advertencia devastadora: 14.000 bebés podrían morir de hambre en las próximas horas si no se permite el ingreso inmediato de ayuda humanitaria.
Frente a esta situación el presidente Gustavo Petro escribió en su cuenta de X:
“A punto de morir 14.000 bebés de hambre en Gaza. Hay que detener al genocida. En el siglo XXI la humanidad no puede ser testigo mudo de un genocidio”.
Las palabras del mandatario colombiano se suman a una línea de denuncias sostenidas desde el inicio de la ofensiva. En mayo, Colombia rompió relaciones diplomáticas con Israel, calificando los hechos en Gaza como crímenes contra la humanidad. La declaración de Petro vuelve a encender las alarmas sobre el silencio internacional y el papel de los gobiernos aliados de Israel.
Ha punto de morir 14.000 bebés de hambre en Gaza. Hay que detener el genocida.
En el siglo XXI la humanidad no puede ser testigo mudo de un genocidio, porque se acaba la humanidad. https://t.co/su0u2MtaET— Gustavo Petro (@petrogustavo) May 23, 2025
Un cerco total convertido en arma de guerra
Desde el 2 de marzo de 2025, Israel impuso un bloqueo absoluto sobre Gaza, impidiendo el ingreso de alimentos, medicamentos, gasolina y suministros básicos. Según la ONU, más de 44.000 camiones de ayuda deberían haber ingresado desde entonces, pero solo una fracción mínima lo ha conseguido.
El jefe humanitario de Naciones Unidas, Tom Fletcher, advirtió que la situación es “escalofriante” y confirmó que, si no se permite la entrada inmediata de ayuda, miles de recién nacidos morirán por desnutrición severa. La ONU denuncia que incluso madres lactantes no tienen recursos nutricionales para alimentar a sus hijos. La Organización Mundial de la Salud agregó que el 90 % de la población sufre inseguridad alimentaria severa, y el norte de Gaza ya no cuenta con ningún servicio médico funcional.
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En palabras del director de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, “convertir el hambre en un arma es un acto inhumano que solo traerá más sufrimiento y no una solución política. Les pido clemencia: es bueno para ustedes y para los palestinos, es bueno para la humanidad”.
Muertes masivas y colapso hospitalario
La Defensa Civil de Gaza reportó este viernes que 16 personas murieron en nuevos bombardeos israelíes, mientras el ejército aseguró haber atacado “más de 75 objetivos terroristas”. La ofensiva, que se intensificó tras el colapso de una tregua en marzo, ha dejado más de 3.600 muertos adicionales en apenas dos meses.
Los hospitales operan al límite. De 36 centros de atención médica que existían en Gaza, solo 19 funcionan parcialmente, y apenas quedan 2.000 camas hospitalarias disponibles para más de 2 millones de personas. La OMS ha confirmado que el 94 % de los hospitales han sido dañados o destruidos, mientras se agotan las reservas de anestesia, antibióticos y combustible para unidades de cuidados intensivos.
La situación es tan desesperada que, según el portavoz de la ONU, Stéphane Dujarric, algunos camiones con harina han sido “autodistribuidos” por civiles en medio de la desesperación. “No fue saqueo, fue hambre”, afirmó.
La respuesta internacional y el aislamiento de Israel
Frente a la catástrofe, Francia, Reino Unido y Canadá emitieron una declaración conjunta exigiendo el cese inmediato de la ofensiva israelí y el ingreso sin restricciones de ayuda humanitaria. El comunicado amenaza con “medidas concretas” si las condiciones no cambian, en lo que podría convertirse en un punto de inflexión diplomático.
Israel respondió con hostilidad. El primer ministro Benjamin Netanyahu acusó a esos países de “alentar a los asesinos en masa de Hamás” y negó cualquier responsabilidad en la crisis. Mientras tanto, más de 700 organizaciones humanitarias acusan al gobierno israelí de aplicar una “hambruna inducida” como táctica de guerra.
La ONU advirtió que el ingreso limitado de camiones —unos 90 esta semana— es insuficiente para revertir la crisis. Aún se prohíbe el ingreso de alimentos frescos, combustible y productos de higiene, mientras cientos de camiones esperan del lado egipcio de la frontera sin poder entrar.
Colombia mantiene su postura coherente
Desde el inicio del conflicto, el presidente Petro ha sostenido una postura de denuncia directa. Colombia fue el primer país de América Latina en romper relaciones diplomáticas con Israel tras constatar el carácter sistemático de los ataques contra la población civil palestina. Petro ha calificado la ofensiva como un “genocidio en curso” y ha exigido la actuación urgente de la comunidad internacional.
“Si no se detiene al genocida, se acaba la humanidad”, reiteró este el mandatario.
Gaza vive una catástrofe anunciada. Los niños mueren de hambre. Los hospitales colapsan. Y mientras la ayuda se retiene, las bombas siguen cayendo. El mundo observa y, desde Colombia, no ha cesado el reclamo ante la indiferencia.