Avanza la gestión para la restauración y conservación de las Áreas Protegidas Marinas del país

En El Caribe colombiano, además de los parques y santuarios terrestres, las áreas de conservación incluyen zonas costeras e insulares, como el Parque Nacional Natural Corales de Profundidad y el Parque Nacional Corales del Rosario y de San Bernardo. 

Estos ecosistemas son especialmente delicados, por su vulnerabilidad ante el cambio climático y los fenómenos naturales, que pueden arrasar las cortezas y capas más superficiales, en donde se encuentra la diversidad de especies vegetales y animales. 

Igualmente, estos pueden afectar la composición de estas capas, por ejemplo, aumentando la salinidad por inundación con aguas marinas, o por la disposición de mayor (o menor) cantidad de determinados sedimentos, arrastrados por el agua o por el viento. 

El manglar del Parque Nacional Natural de Providencia y Santa Catalina ha requerido restauración tras el paso del Huracán Iota (2020)

El paso del huracán por el Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina sucedió hace cinco años (a mediados del mes de noviembre). Este fue clasificado como categoría 4, en una escala de 1 a 5 (definida según la velocidad y fuerza de sus vientos, que para este caso corresponden a una media de 230 kms / h). 

Las categorías del 3 al 5 se definen como “huracanes mayores”, lo que permite entender el nivel del evento que afectó las islas. De acuerdo con esto, por la intensidad del fenómeno atmosférico y también por la fragilidad de los ecosistemas costeros, se presentaron importantes daños en el Parque Nacional Old Providence McBean Lagoon.

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Para facilitar la restauración ecológica, Parques Nacionales Naturales de Colombia (PNNC) informó que adelanta acciones con articulación interinstitucional, mediane las cuales se han reproducido especies nativas y se han construido canales para la distribución de agua, con lo cual llevar a cabo un proceso de recuperación más rápido que el que se daría de forma natural por la resiliencia del ecosistema. 

Este parque fue declarado en 1995 y está ubicado entre Providencia y Santa Catalina. Las estrategias de conservación comprenden controles sobre el uso de recursos y seguimiento a los arrecifes, manglares y calidad de los suelos marinos, incluyendo la protección de las especies, principalmente, peces. 

Circundantes a la colina que sirve de eje al ecosistema del parque, se encuentran las áreas de manglar. También hay una importante extensión de arrecifes de coral alrededor de Providencia y de esta colina. 

Estrategias de conservación en el Pacífico

A la par de las medidas de gestión que se han adelantado en el marco oceánico alrededor de Providencia y Santa Catalina en El Caribe, Parques Nacionales Naturales de Colombia (PNNC) informó que en la actualidad se han fortalecido las estrategias de protección y de conservación en el Pacífico colombiano. 

Esto se lleva a cabo en el Centro de Monitoreo de Áreas Marinas Protegidas Yubarta, que cuenta con cooperación internacional, apoyos de ONGs y participación de las comunidades del litoral. Una parte importante del trabajo se desarrolla en el Parque Nacional Natural de Gorgona y el Santuario de Fauna y Flora de Malpelo, las dos islas colombianas en la región. 

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El Parque Gorgona, declarado como tal en 1984, incluye las islas de Gorgona y Gorgonilla, que albergan una amplia diversidad de fauna y flora, que en la plataforma terrestre cuenta con especies endémicas (únicas en el mundo). En su área se encuentran zonas de arrecifes con múltiples variedades de corales, algas y peces, como también de tortugas, siendo además un punto clave en la migración y reproducción de ballenas. Hace parte del territorio del municipio de Guapí, Cauca. 

Malpelo fue declarado Patrimonio Natural de la Humanidad por la UNESCO en 2006, se reconoce su importancia ambiental no sólo por cuenta del ecosistema marino, sino también por la variedad de aves que viven o migran a través de la isla. Como santuario de Fauna y Flora, es administrado por PNNC desde 1995 y pertenece a la jurisdicción municipal de Buenaventura. 

De acuerdo con la misionalidad del centro, se desarrolla observación permanente mediante ayudas tecnológicas, para dar seguimiento a las condiciones del ecosistema y prevenir posibles riesgos, en particular, los que puedan generarse por la acción humana. 

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