Colombia
Crisis en la Fiscalía: acusaciones de nepotismo y manipulación de pruebas salen a la luz
En las últimas horas, el periodista Daniel Coronell en su columna para Cambio, hizo una grave denuncia sobre una serie de acusaciones de presunto nepotismo y manipulación de pruebas que se estaría dando en la Fiscalía General de la Nación y que pondría en crisis al ente de control.
Crisis en la entidad:
En la columna, Coronell afirma que el fiscal Francisco Barbosa habría hecho archivar silenciosamente, a través de la vicefiscal, una denuncia penal contra su esposa Walfa Téllez, quien está acusada de contratar con una empresa que meses atrás investigaba como contralora.
Foto: Colprensa
La denuncia fue asignada al fiscal Javier Cárdenas, «un funcionario famoso únicamente por hacer caso», dice.
A su vez, revela que la vicefiscal Martha Mancera, quien habría ejecutado el anterior favor, tendría a su hermano Alexander Suárez Mancera devengando en la entidad.
«El hermanito trabajaba como técnico de computadores en la Fiscalía pero fue ascendido a fiscal delegado ante jueces municipales, pocos meses después de que ella llegara a su importante cargo«, añade Coronell.
A la controversia se suma el nombramiento de María Elena Monsalve, compañera sentimental de la vicefiscal, como directora especializada contra el narcotráfico.
El periodista denuncia que la mano derecha de la vicefiscal Mancera es la directora de Seguridad Territorial Luisa Obando Guerrero. Su hermana Lina Obando, psicóloga, fue nombrada como investigadora adjunta al despacho de la vicefiscal, después de que Luisa entrara a la Fiscalía.
Como si fuera poco, se conoció que Luisa Obando sostiene una relación sentimental con Víctor Manuel Forero, jefe de investigaciones de la Fiscalía Delegada para la Seguridad Territorial, o sea la misma dependencia de Luisa.
Sobre Víctor Manuel, se sabe que es el protagonista de unos audios en los que estaría presionando a otros agentes para modificar sus testimonios y proteger a Francisco Javier Martínez Ardila, jefe del CTI en Buenaventura, en actos que tendrían que ver con narcotráfico y tráfico de armas.
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Esta es la transcripción de la grabación:
–Cuando empezamos a hablar de Wito, de todo, cuando él me dice lo de Pacho ¿De Buenaventura? Me dice “Sí, Buenaventura. Él es el jefe de allá. Fabio, ese man tiene todo. Ese man dice que me saca la gente del puerto” –relata el agente González.
–¿Cómo así que le saca la gente del puerto? –le pregunta Forero, quien minutos antes le había pedido cambiar su testimonio.
–Para contaminar los containers.
–¿Es decir tiene los contactos para contaminar ahí?
–Para contaminar.
–¿Con buzos y todo, ya?
–Con todo. Que Cachi le cuenta a él que él había peleado, que él había dejado de hablarle a Pacho porque Pacho se le quedó con una vuelta grande. Le cuenta Cachi.
–¿Cachi es particular?
–Particular sí, de Medellín. A Cachi le cogieron una mujer, hace… yo le pongo hace como tres o cuatro meses. La Fiscalía… y le incautaron 23.000 millones de pesos, en propiedades y todo.
Entonces ya cuando me dice eso, “no, ¿cómo hijueputa?” Hay que verificar que ese man es de allá, qué tan cierto es. Me manda el audio de él (de Pacho). Tú me vas a decir si es la voz de él o no.
–Azarosísimo ese hijueputa –dice Víctor Forero.
En ese punto de la conversación se oye la voz de Pacho entregada por el infiltrado en la organización criminal.
“Q´hubo mijo ¿qué más? ¡Qué milagrazo hermano! Qué bueno saludarlo. No pues yo estoy en Cali ya. Usted me dirá”.
–Claro, ese es –reconoce Forero.
–Y yo le digo, bajo, verifico, con un conocido allá, con uno de un pescadero y apenas le mando eso, me dice (imitando acento del Pacífico) “A mí no me vayas a meter con esa gente”.
“No, lo que quiero es saber que ese man trabaja…” “Claro ese man es jefe del CTI, ese man anda con los de la Armada”.
Dicha conversación y la denuncia se habrían dado el 21 de abril de 2021 y tendría en una fuerte crisis a la Fiscalía.
«El domingo 28 de marzo del mismo año los agentes Bolaños y González se lo habían contado a la vicefiscal Martha Mancera en la sede de la Fiscalía en Cali. Dos años después, Pacho sigue al frente del CTI de Buenaventura. No hay investigaciones contra él.
En cambio, »los agentes que lo denunciaron están acusados de falsedad, fraude procesal y concierto para delinquir relacionado con narcotráfico», sentencia la columna que saca a la luz una serie de acusaciones y pondría en crisis al ente de control.
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