Durante su discurso en Beijing, el mandatario chino reafirmó el compromiso de su país con el multilateralismo, el respeto mutuo y la no injerencia por parte de otros Estados.
El primer mandatario respondió a un tuit de Humberto de la Calle, afirmando que no es "el odio de clases", sino "la lucha de clases" el concepto que está de lado de los trabajadores.
Xi pidió unidad entre China y América Latina ante el auge del unilateralismo y las tensiones geopolíticas, destacando el rol del Sur Global en la cooperación global.
Desde Pekín, el primer mandatario llamó a construir un eje de relaciones internacionales basado en el "diálogo de civilizaciones", en contraposición al modelo del Estado-nación.