Guerra en el sudeste asiático: Tailandia bombardea Camboya

El cruce de fuego entre ambos países deja al menos 12 muertos en Tailandia. La UE, China y la ASEAN piden desescalada urgente en la frontera.
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Zona fronteriza entre Camboya y Tailandia.
Foto: La zona en disputa, conocida como el Triángulo de Esmeralda, ha sido un punto de fricción durante décadas. / AFP.

El ejército tailandés lanzó este jueves una ofensiva aérea contra posiciones militares en territorio camboyano, en respuesta a un bombardeo que dejó al menos 12 muertos en su lado de la frontera, entre ellos estudiantes, un niño de ocho años y un soldado. Se trata del episodio más violento entre ambos países en más de una década y eleva la tensión en una región históricamente disputada: el Triángulo de Esmeralda.

Las hostilidades se desataron en la madrugada en las inmediaciones de dos templos antiguos situados entre la provincia tailandesa de Surin y la camboyana de Oddar Meanchey. Según el gobierno tailandés, proyectiles de artillería lanzados desde Camboya impactaron en zonas civiles, incluyendo una estación de servicio y un minimercado en la provincia de Sisaket, donde murieron la mayoría de las víctimas. Las imágenes que circulan en redes muestran estructuras en llamas y escenas de pánico.

Bombardeos y ruptura diplomática

En respuesta, Tailandia desplegó seis aviones de combate para atacar dos objetivos militares camboyanos. Aunque las autoridades de Bangkok no han detallado el tipo de blancos atacados, medios locales informan que los bombardeos se concentraron en instalaciones en Oddar Meanchey y zonas rurales cercanas.

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El Ministerio de Relaciones Exteriores de Camboya denunció una “agresión militar” y respondió degradando sus relaciones diplomáticas con Bangkok “al nivel más bajo”. Retiró a todos sus diplomáticos excepto uno y expulsó a los equivalentes tailandeses. Además, el primer ministro camboyano solicitó una reunión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU para denunciar lo que calificó como “ataques no provocados, premeditados y deliberados”.

El conflicto se agravó luego de que Tailandia expulsara al embajador camboyano en Bangkok, un día después de que la explosión de una mina terrestre hiriera a un soldado tailandés en la zona disputada. Tailandia atribuyó el hecho a una supuesta colocación reciente de minas por parte de Camboya, una afirmación que Phnom Penh niega, argumentando que se trata de restos explosivos de guerras pasadas.

Llamados internacionales al diálogo

La Unión Europea manifestó su “profunda preocupación” por el conflicto y pidió a ambas partes reducir la escalada, respetar el derecho internacional y resolver sus disputas mediante el diálogo. China, habitual mediador en la región, también instó a una solución pacífica y llamó a sus ciudadanos a abandonar Camboya. La Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), presidida actualmente por Malasia, pidió “moderación” y ofreció su respaldo para facilitar negociaciones.

El primer ministro interino de Tailandia, Phumtham Wechayachai, aseguró que su país actuará con “cuidado y dentro del derecho internacional” y reafirmó que harán todo lo posible por “proteger nuestra soberanía”.

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¿Qué sucede con el Triángulo de la Esmeralda?

La zona en disputa, conocida como el Triángulo de Esmeralda, ha sido un punto de fricción durante décadas debido a la ambigüedad en los límites coloniales y la presencia de templos con valor simbólico y turístico. Entre 2008 y 2011, los enfrentamientos alrededor del templo Preah Vihear causaron al menos 28 muertos y más de 80.000 desplazados. Aunque una sentencia de la Corte Internacional de Justicia delimitó parcialmente la zona en 2013, la tensión nunca se disipó del todo.

Las nuevas hostilidades reavivan los peores temores en una región marcada por conflictos latentes y fronteras aún no resueltas. Varios gobiernos extranjeros han comenzado a evacuar a su personal diplomático y han recomendado a sus ciudadanos abandonar el área. La embajada tailandesa en Phnom Penh pidió este jueves a sus nacionales salir “lo antes posible”, a menos que tengan razones urgentes para permanecer.

El temor a una escalada mayor permanece latente mientras ambos países siguen reforzando sus posiciones militares en los puntos más sensibles de la frontera.