Presidente Petro inaugura el Multicampus Universitario de la Ladera en Cali y cuestiona a la Fiscalía por la falta de investigación del Estallido Social
El presidente Gustavo Petro inauguró este viernes el Multicampus Universitario de La Ladera, en el occidente de Cali, con un mensaje centrado en la memoria del estallido social de 2021. Ante cientos de habitantes de Siloé —un barrio decisivo en las movilizaciones— el mandatario recordó que, cuatro años después, sigue habiendo jóvenes encarcelados por protestar, mientras las investigaciones sobre las muertes y violaciones de derechos humanos cometidas durante la represión avanzan con lentitud o sin resultados.
El mandatario insistió en que el país no puede desligar la protesta de su contexto económico. Recordó que la reforma tributaria que gravaba alimentos básicos, sumada al manejo fiscal de la pandemia, generó un malestar generalizado que encontró en Cali uno de sus puntos de mayor expresión. La entrega del multicampus, afirmó, busca responder a esas demandas con inversión pública y garantías de derechos en los territorios populares.
Según el Ministerio de Educación. la infraestructura contó con una inversión de $45.000 millones y tendrá capacidad para recibir a 9.000 jóvenes estudiantes de las comunas 1, 18 y 20. El presidente Petro también aseguró que tendrá facultad de ciencias de la salud.
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La deuda de la pandemia y el origen del malestar social
Para contextualizar el estallido, el presidente se refirió al manejo económico del Gobierno anterior. Señaló que durante la pandemia se destinaron cerca de “$70 billones, casi el presupuesto de un año de educación”, para cubrir subsidios a la gasolina. A esto sumó un crédito externo de 5.000 millones de dólares que, según dijo, debe pagarse como “tarjeta de crédito”, en cuotas que han recaído sobre su administración. Los deuda adquirida por el Gobierno de Iván Duque generó un desequilibrio fiscal que limitó las políticas del cambio, por lo que se tuvo que destinar presupuesto para pagar casi $100 billones, según el presidente, probablemente ya sabían que perderían las siguientes elecciones.
“El problema está en qué se gastó ese dinero”, afirmó. Su respuesta fue tajante: financiar las nóminas de las empresas más grandes del país. En su lectura, ese desequilibrio —recursos públicos dirigidos a grandes corporaciones mientras millones enfrentaban desempleo, informalidad y pobreza— alimentó el malestar que estalló en 2021.
Siloé: de escenario de represión a espacio para el conocimiento
El presidente reivindicó el papel histórico de Siloé en la defensa de la democracia. Subrayó que generaciones de jóvenes del sector han protagonizado luchas sociales y que el Estado tiene una deuda histórica con ellos. Por eso llamó a transformar la imagen institucional del barrio: pasar de ser asociado a confrontación y estigmatización a ser comprendido como un territorio que exige derechos.
“Cuatro años después no venimos a disparar gases lacrimógenos; la policía aquí no viene en motos disparando de frente a la población. Aquí no se están cazando jóvenes. Aquí venimos a abrir las puertas del saber. Las puertas del saber son las puertas de la libertad”, dijo, al destacar que el multicampus representa una inversión concreta en educación superior para las comunidades que protagonizaron las protestas.
Crítica directa a la Fiscalía por el tratamiento del estallido social
Uno de los tramos más fuertes del discurso estuvo dirigido a la Fiscalía. El Presidente cuestionó que la entidad haya priorizado procesos judiciales contra manifestantes, mientras no ha aclarado responsabilidades por las muertes ocurridas durante la protesta.
“Un joven que protesta no es un terrorista”, dijo, y sostuvo que el uso de esa categoría ha derivado en criminalización. Al referirse a quienes dispararon contra manifestantes, añadió: “Terroristas fueron los que asesinaron a los jóvenes por protestar. Terroristas son quienes, en lugar de dialogar, convocan a la fuerza pública a infringir el derecho de gentes y matar ciudadanos y ciudadanas […] cuando lo único que están diciendo es que lo que quieren es justicia social”.
El señalamiento se inscribe en un debate abierto desde 2021: organizaciones de derechos humanos han documentado ejecuciones extrajudiciales, lesiones oculares, desapariciones y uso desproporcionado de la fuerza, especialmente en Cali. El mandatario cuestionó que esos hechos no hayan recibido una investigación proporcional a su gravedad.
Un nombre para la memoria del estallido social y facultad de Ciencias de la Salud
El jefe de Estado propuso que la nueva sede lleve un nombre que recuerde las luchas del estallido social. Sugirió evitar denominaciones heredadas de la colonia o de élites políticas ajenas al territorio y, en cambio, reconocer las causas populares que dieron sentido a la movilización. La disputa por la memoria, dijo, también pasa por los nombres del espacio público.
A su vez, anunció que el multicampus albergará una facultad de ciencias de la salud y tendrá matrícula gratuita. En su visión, esta decisión se conecta tanto con la reforma a la salud como con el cierre de brechas territoriales. La idea es formar profesionales en los mismos barrios que padecen falta de acceso al sistema sanitario, lo que permitirá —según explicó— construir vínculos más sólidos entre formación académica y necesidades comunitarias.
“Lo único que hemos hecho es que el dinero público se priorice en su gasto para la gente más pobre y sus necesidades”, afirmó, insistiendo en que su Gobierno no busca expropiar bienes ni alterar el modelo económico, sino cumplir el mandato constitucional de garantizar derechos universales. "Aquí no hicimos un socialismo. Yo no expropié una sola máquina, una sola hectárea de tierra”, expresó.
“Pa’ lante”: la defensa de derechos en las calles y en las urnas
En el cierre de su intervención, el mandatario trazó una relación entre la movilización social y la defensa de la democracia. Al recordar su postura frente al caso palestino y su inclusión en la lista OFAC, afirmó que la palabra presidencial puede mover escenarios internacionales, pero que es la ciudadanía quien sostiene los avances democráticos.
“Colombia tiene que aprender a que millones de ciudadanos y ciudadanas tengan que salir a las calles si pretenden echarnos para atrás”, afirmó. Frente a las próximas elecciones territoriales, definió la contienda en términos claros: “o volvemos a la gobernanza paramilitar o vamos pa’ lante”.
“Pa’ lante”, explicó, significa más sedes universitarias, distribución de tierras para campesinos, independencia del Banco de la República respecto a sectores que “echan la economía para atrás” y una Corte Constitucional que refuerce el Estado Social de Derecho.
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Memoria, justicia y educación
La inauguración del multicampus La Ladera sintetiza varias líneas en las que ha insistido el presidente Petro: revisar críticamente la política económica de la pandemia, reivindicar la protesta social, exigir responsabilidades institucionales y transformar en inversión pública los reclamos que surgieron de la movilización.
Que esa sede esté en Siloé —epicentro del estallido y territorio históricamente excluido— le da a la obra un peso simbólico adicional. Allí donde jóvenes fueron reprimidos hace cuatro años, hoy se inaugura un espacio universitario con énfasis en salud y acceso gratuito. La apuesta, dijo el jefe de Estado, es convertir los lugares marcados por la confrontación en escenarios prioritarios de derechos.