Durante el estallido social en <strong>Medellín</strong>, en una universidad, altos funcionarios se habrían concertado para realizar montajes para judicializar a profesores, estudiantes, líderes de diferentes procesos sindicales y estudiantiles, <strong>acusándolos de delitos sexuales y de terrorismo.</strong>
La Fiscalía determinó que <strong>eran falsas estas denuncias y hoy un exdecano está condenado y el investigador que impulsó copias para investigar al entonces rector del centro educativo.</strong>
Por una falsa denuncia de violación sexual a un estudiante del Politécnico Jaime Isaza,