La ONU reportó más de 1.700 muertes en la Franja de Gaza desde mayo, muchas ocurridas mientras las víctimas buscaban ayuda humanitaria en puntos y acciones deliberadas del ejército de Israel.
En una sesión de urgencia, Naciones Unidas alertaron que la ofensiva prevista por Israel agravaría la crisis humanitaria. Ocho países europeos la condenaron. Fuera de la sede en Nueva York, manifestantes exigieron un alto el fuego.
Miles de personas exigieron el fin de la guerra y un acuerdo que garantice la liberación de los rehenes. La manifestación se produjo tras la orden del gobierno de Netanyahu de tomar el control de la mayor ciudad de la Franja.
Ronen Shaulov afirmó que los menores palestinos serán “futuros terroristas” y que no merecen compasión. La ONU alerta que 900.000 niños ya padecen hambre y 70.000 presentan síntomas de desnutrición.
El gobierno de Berlín detuvo las entregas militares que puedan ser usadas en la Franja de Gaza, en un giro histórico frente a uno de sus aliados más estrechos. Netanyahu respondió con una dura acusación de “recompensar el terrorismo”.