Se trata de una iniciativa ciudadana, artística y territorial que recoge el llamado de más de 120 organizaciones que participaron en el gran encuentro realizado en Bogotá los días 6 y 7 de junio liderado por el equipo de Paz y Territorios del despacho del Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes, exigiendo con claridad: la paz no se mendiga, se construye. Y se construye desde la cultura.
Esta campaña hace visible lo que ya ocurre en miles de rincones del país: mujeres que curan con la palabra, comunidades que pintan la memoria, jóvenes que arman territorios de afecto. Porque la paz no se firma solamente: se canta, se cocina, se siembra, se baila.
“Creamos Cultura de Paz” reconoce a la cultura como terreno de disputa, pero también como camino de sanación. Desde las artes, los saberes, las memorias y la diversidad, la campaña impulsa un cambio profundo de imaginarios y relaciones, donde el centro ya no es el poder, sino la vida.
Este esfuerzo colectivo se articula en cuatro grandes componentes: pedagógico, artístico, participativo y comunicativo, con acciones que van desde festivales, murales y foros, hasta podcasts, radionovelas y pactos comunitarios.
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El respaldo del Estado a una transformación cultural por la vida Cultura, mandato popular y compromiso institucional La campaña Creamos Cultura de Paz se enmarca en los principios del Plan Nacional de Desarrollo 2022–2026 "Colombia, potencia mundial de la vida", que reconoce que la paz no es únicamente un acuerdo entre actores armados, sino una tarea ética, cultural y civilizatoria que debe vivirse en cada territorio, con la participación activa de los pueblos, las comunidades y las ciudadanías diversas.
Durante décadas, Colombia ha sido un país marcado por una violencia estructural y prolongada, cuyos efectos no solo se han expresado en el conflicto armado, sino también en la exclusión sistemática, la estigmatización, la marginalización cultural, el racismo estructural y el olvido de regiones enteras.
"La cultura de paz no es solo una política institucional, es una manera de habitar el mundo. Nuestro rol como Estado es crear condiciones para que florezcan los saberes y las creaciones que ya existen en los territorios. Esta campaña es un grito colectivo que nosotros escuchamos y acompañamos", ha afirmado Yannai Kadamani Fonrodona, ministra de las Culturas.
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Desde el Ministerio, se han diseñado estrategias articuladas que apuntan al fortalecimiento de redes culturales comunitarias, a la promoción de lenguajes diversos y a la democratización de los presupuestos para el sector cultural, en consonancia con los ejes del Plan Nacional de Cultura 2024–2038 y con el espíritu del PND.
En este sentido, Creamos Cultura de Paz no es solo una campaña, sino un proceso de articulación entre lo popular y lo institucional, entre el mandato del pueblo y el deber del Estado de responder, no con retórica, sino con políticas vivas que transformen los territorios y restituyan la dignidad a quienes han sido históricamente vulnerados. Porque una verdadera cultura de paz se cuida, se siente y se crea. Y se hace entre todas, todos y todes.
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