A 24 horas del hundimiento de la Consulta Popular en el Senado, el Gobierno Nacional presentó un mensaje de urgencia e insistencia para reabrir el trámite de la reforma laboral, usada el pasado miércoles como maniobra para bloquear la Consulta Popular. Con este llamado, el Ejecutivo busca impedir que se repita el bloqueo orquestado por las bancadas opositoras en el Congreso, que podría llevar a enterrar definitivamente la dignificación de los trabajadores y trabajadoras colombianas.
“Día 1 de 37. Acabamos de radicar mensaje de urgencia e insistencia al Congreso sobre la Reforma Laboral”, anunció el ministro del Interior, Armando Benedetti, en su cuenta de X, dejando claro que el reloj ya empezó a correr y que la ciudadanía espera que el Congreso responda con altura a sus expectativas.
Día 1 de 37
Acabamos de radicar mensaje de urgencia e insistencia al Congreso sobre la Reforma Laboral. El mensaje de urgencia es para que el Senado resuelva, en el término máximo de 30 días, sobre el proyecto de ley. La insistencia es para que se desplace cualquier otro asunto… pic.twitter.com/wvKCNeouM5— Armando Benedetti (@AABenedetti) May 15, 2025
Este movimiento se da en respuesta directa al procedimiento exprés con el que el Senado rechazó la consulta popular propuesta por el presidente Gustavo Petro, luego de revivir sorpresivamente el trámite de esta misma reforma laboral, impidiendo que el pueblo se pronunciara sobre sus derechos. El mandatario denunció “fraude”, al afirmar que la votación fue amañada y no contó con garantías.
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La reforma que fue usada para hundir la consulta
El pasado miércoles, el Senado apeló el archivo del proyecto con una votación súbita, sin debate suficiente y un procedimiento cuestionable desde la presidencia del conservador Efraín Cepeda, todo con el objetivo de cerrarle el paso al mecanismo de participación ciudadana que buscaba activar el Gobierno Nacional. Según analistas, la votación de una Consulta por reivindicar derechos laborales con la mitad del Congreso oponiéndose, habría representado una debacle electoral para los partidos de oposición en las próximas elecciones.
El mensaje de urgencia busca forzar al Congreso a resolver el proyecto en un periodo de 30 días, sin que otros temas puedan desplazarlo como estrategia de dilación. La insistencia, por su parte, obliga a priorizar la discusión, impidiendo que el trámite se vuelva a congelar bajo tácticas parlamentarias. Aunque hay esperanza de que la reforma sea tramitada y aprobada debidamente, la ciudadanía desconfía de los congresistas, pues las tácticas usadas contra las reformas sociales han sido obvias y directas, dejando en evidencia que los intereses de los representantes no son los mismos de sus votantes.
El documento fue firmado por los ministros Guillermo Alfonso Jaramillo (Salud), Antonio Sanguino (Trabajo) y Armando Benedetti (Interior) y radicado el 15 de mayo ante el Senado y la Comisión Cuarta.
Reforma para resolver los rezagos del país en materia laboral
“El proyecto reviste gran importancia, ya que busca modernizar las relaciones laborales, garantizando mayor protección de los derechos de los trabajadores y promoviendo condiciones más dignas y equitativas en el empleo”, indica el texto oficial presentado por el Ministerio del Interior.
Entre los puntos a destacar de proyecto de ley, se destaca el fortalecimiento de la negociación colectiva, ampliar el acceso a la seguridad social, mejorar la inclusión y promover el trabajo decente como base del desarrollo económico. El Gobierno ha defendido esta reforma como una deuda histórica con la clase trabajadora, que debe ser saldada con hechos.
Una respuesta institucional ante el bloqueo legislativo
El presidente Gustavo Petro denunció públicamente que el rechazo exprés de la consulta popular fue el resultado de una jugada legislativa articulada por varios partidos tradicionales, que usaron la reforma laboral para bloquear la participación ciudadana. Lo que aparentaba ser un trámite regular fue en realidad una estrategia sincronizada para evitar que el pueblo decidiera sobre sus derechos laborales en las urnas.
Frente a este escenario, se activaron los instrumentos constitucionales para garantizar que la reforma no vuelva a ser usada como trampa parlamentaria, sino como lo que realmente es: una política pública para transformar las condiciones laborales en Colombia.
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El reloj corre: 30 días para decidir
El mensaje ha sido recibido por la Comisión Cuarta del Senado, presidida por Angélica Lozano, y por la Presidencia del Senado a cargo de Efraín Cepeda. Ambas instancias deberán resolver si se garantiza una discusión democrática de la reforma o si, por el contrario, se insiste en enterrar las reformas sociales.
Para el Gobierno, esta es una nueva batalla en defensa del trabajo digno, la justicia social y la participación del pueblo en la toma de decisiones. Arranca la cuenta regresiva sin mucha fe en los legisladores que lograron esquivar una situación compleja causada por su propia indiferencia.