“Si funcionarios de los Estados Unidos son cómplices de un asesinato de un civil colombiano deben ser juzgados en Colombia”: presidente Petro

En el acto de reconocimiento al Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo (CAJAR), el presidente Gustavo Petro hizo una denuncia con implicaciones diplomáticas y judiciales. Sostuvo que existen indicios de que ciudadanos colombianos podrían haber muerto durante bombardeos de Estados Unidos en el mar Caribe, y pidió que se abran investigaciones en el país.
“Vi un video de una lancha que no se estaba moviendo, con los motores arriba, en estado quieto, y cayó un misil encima. […] Parece que había un pescador colombiano ahí”, relató el mandatario, en alusión a un caso que habría ocurrido cerca del archipiélago de San Andrés y Providencia, donde las comunidades pesqueras han denunciado temor ante la presencia de aeronaves extranjeras.
El jefe de Estado añadió que la situación no es aislada y mencionó un hecho reciente que, según él, evidencia las tensiones internas en las fuerzas estadounidenses: “Ya un general en el Comando Sur de los Estados Unidos renunció hoy. […] Todo coincide en que simplemente no quiere estar en el bombardeo sobre el mar Caribe, sobre ciudadanos desarmados”.
Acto seguido, fue enfático: “Si funcionarios de los Estados Unidos son cómplices de un asesinato de un civil colombiano deben ser juzgados en Colombia”. Para el presidente, los ataques descritos “son un crimen de guerra, una agresión internacional contra una zona de paz: el Caribe”.
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“Hay jóvenes colombianos que no han regresado a su casa y se fueron por la mar”
El presidente también alertó sobre desapariciones en la costa norte del país: “En Santa Marta hay familias a las que no llegan sus jóvenes a la casa. No puedo decir qué ha pasado con ellos, pero no han llegado a su casa. Salieron por la mar. Atención, defensora del pueblo. Veamos qué pasa, si aparecen... demos el tiempo… pero hay jóvenes colombianos que no han regresado a su casa y se fueron por la mar”.
El mandatario solicitó la intervención de la Defensoría del Pueblo y de organismos internacionales de derechos humanos para establecer si las desapariciones guardan relación con las operaciones militares estadounidenses. Advirtió que, de comprobarse, Colombia ejercerá sus competencias judiciales.
El presidente advirtió que, si se comprueba la muerte de colombianos en esos bombardeos, el Estado deberá exigir justicia y proteger la soberanía nacional.
Bombardeos estadounidenses bajo escrutinio internacional
Las operaciones militares estadounidenses en el mar Caribe que han sido reportadas por agencias internacionales desde agosto. De acuerdo con Reuters y The New York Times, Estados Unidos ha destruido al menos seis embarcaciones en la zona, bajo el argumento de combatir el narcotráfico.
El 8 de octubre, Reuters citó fuentes del Pentágono que admitieron “bajas no identificadas” en una de las lanchas atacadas. Direferentes fuentes han informado que las operaciones se ejecutan sin identificación de las tripulaciones y sin presencia de observadores internacionales. Hasta el momento, Estados Unidos no ha divulgado la lista de las víctimas ni ha confirmado si entre ellas hay ciudadanos colombianos.
La Casa Blanca calificó las afirmaciones del presidente Petro como “infundadas”, pero no negó la existencia de las operaciones militares. En respuesta, el mandatario exigió que se revelen los nombres de las víctimas: “Que la Casa Blanca nos dé la información de las personas que han muerto por misiles de los EE. UU., para saber si mi información es infundada”.
Hasta ahora, las acciones diplomáticas por parte de Colombia han estado exclusivamente en la voz del presidente Petro, quien manifestó su reclamo en la Asamblea General de la ONU.
De San Andrés a Santa Marta: la dimensión humana de la denuncia
El presidente vinculó su denuncia con dos zonas específicas: el archipiélago de San Andrés y Providencia, donde se han reducido las salidas de pesca artesanal, y la costa de Santa Marta, desde donde jóvenes han desaparecido tras salir al mar.
Gremios de pescadores citados por medios nacionales confirmaron que el despliegue militar extranjero ha generado temor entre las comunidades. El jefe de Estado retomó esas inquietudes en su discurso, señalando que los pescadores son símbolos de soberanía y paz que deben ser protegidos de toda acción bélica.
“No vamos a decir que sí, ni a ayudar, y no nos vamos a poner de ese lado sino en contra”, reiteró, subrayando que su posición no responde a alianzas ideológicas sino a la defensa de la dignidad latinoamericana.
“No es por Maduro, es por la dignidad latinoamericana”
Anticipando posibles interpretaciones, el presidente aclaró: “No vamos a defender a Maduro que viola los derechos humanos. […] Esto no es por la defensa de Maduro, es por la defensa de la dignidad latinoamericana”.
De esta manera, diferenció su postura de la política venezolana y centró el debate en un principio de derechos humanos y soberanía: la obligación del Estado colombiano de proteger la vida de sus ciudadanos, sin importar las fronteras.
El llamado fue a que el continente reaccione para evitar la escalada militar, cuyas consecuencias serían catastróficas para la región, especialmente para Colombia: "Es una agresión internacional contra una zona de paz: el Caribe. Es una agresión contra la soberanía nacional de los pueblos latinoamericanos. No vamos a decir que sí, ni a ayudar y no nos vamos a poner de ese lado sino en contra".
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El narcotráfico: un pretexto
En entrevista con el gerente de RTVC Sistema de Medios Públicos, Hollman Morris, el Presidente expresó que la campaña militar estadounidense tiene por objetivo invadir a Venezuela en busca de Petróleo y alertó sobre una posible catástrofe en la región, similar a las que enfrentó Oriente Medio tras las invasiones impulsadas por Estados Unidos.
La postura del mandatario tiene fundamento en una experiencia con amplio registro histórico, algo que parece obviar la extrema derecha que pide a gritos intervención militar en la región.