Con el cierre de clínicas por bombardeos israelis, miles de palestinos deben caminar largas distancias para acudir a los centros de ayuda humanitaria y recibir atención médica.
Entre las víctimas hay personas desplazadas que esperaban comida en Netzarim, Jan Yunis y Rafah. Hospitales de Gaza colapsan ante la llegada de heridos.
Además, Naciones Unidas critica la falta de neutralidad de la Fundación Humanitaria de Gaza y advierte que su sistema de distribución podría agravar la crisis humanitaria.