Ejército británico acusado de encubrir presuntos crímenes de guerra en Afganistán entre 2010 y 2013

Un antiguo alto mando de las fuerzas especiales británicas acusó a dos exresponsables de la unidad de élite de intentar encubrir posibles crímenes de guerra cometidos en Afganistán entre 2010 y 2013, según su testimonio revelado este lunes en el marco de una investigación oficial.

La investigación independiente, abierta en 2023, analiza denuncias contra las fuerzas especiales británicas, incluyendo asesinatos de mujeres y niños, así como posibles ejecuciones de hombres considerados “en edad de combatir”, aunque no representaban amenaza alguna.

Los resúmenes de audiencias a puerta cerrada, divulgados el lunes 1 de diciembre, incluyen la declaración de un oficial de alto rango identificado como N1466, quien afirmó haber entregado pruebas que sugerían un “comportamiento delictivo” al director de las fuerzas especiales en 2011. Según su testimonio, el sucesor de ese director en 2012 tampoco tomó medidas.

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El oficial se convirtió así en la figura de mayor rango en acusar directamente a la jerarquía militar de encubrir evidencias de crímenes de guerra:  “Me perturbó lo que sospechaba firmemente que era la ejecución ilegal de personas inocentes”, aseguró el oficial.

El alto mando del ejército británico aseguró haber concluido que las ejecuciones extrajudiciales no eran hechos aislados de unos pocos soldados, sino que podían estar más extendidas dentro de la unidad. Agregó que sus intentos de “hacer lo correcto” fueron bloqueados por mandos superiores.

Entre los episodios analizados por la llamada “Afghanistan inquiry”, se encuentra la muerte de nueve hombres durante una redada nocturna en la provincia de Helmand, en febrero de 2011. La unidad militar sostuvo que actuó en defensa propia, pero las familias de las víctimas aseguraron que los fallecidos eran civiles desarmados.

La apertura de esta investigación se produjo después de una emisión de la BBC en 2022 que reveló que una unidad de las fuerzas especiales habría matado al menos a 54 personas en circunstancias sospechosas, hechos que su jerarquía presuntamente encubrió.

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¿Por qué estos delitos se considerarían crímenes de guerra?

En el marco del derecho internacional humanitario, los crímenes de guerra incluyen actos como el asesinato intencional de civiles, la ejecución de prisioneros o personas que ya no representan una amenaza, y el uso desproporcionado de la fuerza contra objetivos no militares.

Si se confirma que las fuerzas especiales británicas ejecutaron a personas desarmadas o no combatientes —como sugieren las denuncias—, estos actos constituirían violaciones graves a los Convenios de Ginebra y, por tanto, podrían ser juzgados como crímenes de guerra.

Además, el encubrimiento deliberado de esos hechos por parte de oficiales superiores también sería sancionable, ya que el mando militar tiene el deber legal de prevenir, investigar y castigar violaciones al derecho internacional humanitario.

En colaboración con AFP

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