SALVIA, el nuevo sistema con el que Colombia busca transformar la respuesta frente a las violencias contra las mujeres

El Gobierno presentó en Barranquilla el sistema SALVIA. La herramienta integra rutas, centraliza información y activa alertas tempranas para mejorar la atención y el seguimiento de los casos.
Persona ministra de la igualdad, Juan Carlos Florián.
Foto: La herramienta permitirá que las entidades conozcan el estado real de cada caso, identifiquen demoras o fallas y reciban alertas tempranas. / Ministerio de la Igualdad.

El Ministerio de la Igualdad presentó este martes en Barranquilla el sistema SALVIA, una herramienta nacional para registrar, seguir y monitorear los casos de violencias basadas en género. El anuncio se realizó durante el evento “Colombia sin machismo, el camino es el cambio”, que reunió a funcionarias, organizaciones sociales y delegaciones de los 32 departamentos en el Centro de Convenciones Puerta de Oro.

El lanzamiento se desarrolló en el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, una fecha proclamada por Naciones Unidas para visibilizar las agresiones que enfrentan mujeres y niñas en todo el mundo. En Colombia, más de 100 feminicidios se registran cada año y miles de mujeres denuncian rutas fragmentadas, demoras institucionales y fallas en la coordinación estatal.

Aunque la persona ministra de Igualdad y Equidad, Juan Carlos Florián Silva, abrió el acto con un llamado a fortalecer la acción territorial, la presentación de la estrategia estuvo a cargo de María Teresa Bernal, directora encargada del área de violencias contra las mujeres. Fue ella quien expuso los componentes operativos y el sustento jurídico de la plataforma, concebida para corregir décadas de dispersión, subregistro y fallas de seguimiento en la atención de estos casos.

Barranquilla: una sede que envía un mensaje territorial

Escoger Barranquilla como escenario del lanzamiento fue una decisión deliberada. La región Caribe concentra algunos de los indicadores más altos de violencias basadas en género y enfrenta desafíos críticos en acceso a justicia, articulación institucional y medidas de protección. Presentar SALVIA allí fue un gesto político y territorial: un reconocimiento de que la transformación no puede construirse desde la distancia, sino en los lugares donde la violencia golpea con más fuerza.

Frente a lideresas comunitarias, funcionarias y organizaciones que trabajan en primera línea acompañando a víctimas, la persona ministra Florián Silva reiteró que la fragmentación institucional ha sido uno de los mayores obstáculos para proteger la vida de las mujeres. En muchos territorios, una denuncia pasa por múltiples entidades que no comparten información, lo que puede dejar a una víctima sin seguimiento o sin respuesta en momentos críticos.

Bernal sostuvo que SALVIA fue diseñado precisamente para enfrentar ese problema estructural. La herramienta, explicó, permitirá que las entidades conozcan el estado real de cada caso, identifiquen demoras o fallas y reciban alertas tempranas cuando la situación represente un riesgo para la vida o integridad de la víctima.

El sustento legal: un sistema con soporte normativo obligatorio

Bernal explicó que su origen está en el artículo 343 del Plan Nacional de Desarrollo, que ordenó crear un sistema nacional de registro y seguimiento de las violencias basadas en género. A esa base se suma el Decreto 1075 de 2023, que definió la estructura del Ministerio de Igualdad y Equidad, y el Decreto 1476 de 2024, que reglamenta el sistema en detalle.

El decreto establece que SALVIA debe integrar rutas sectoriales y territoriales, consolidar la información de cada caso, realizar seguimiento continuo y generar alertas cuando existan barreras o riesgos. Ninguna entidad podrá operar por fuera del sistema: las instituciones de justicia, salud, policía, comisarías y protección social están obligadas a reportar, actualizar y coordinar información.

Esta claridad normativa es clave para evitar duplicidades, omisiones o vacíos que, durante años, han afectado la atención de las violencias basadas en género.

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Cómo funciona SALVIA: monitoreo, territorio y respuesta inmediata

El corazón del sistema es el Centro de Monitoreo SALVIA, donde se integran la Línea 155, la plataforma tecnológica y el desarrollo de la aplicación móvil Mi Salvia, que incluirá un botón de pánico. Allí se registrarán los casos, se hará seguimiento a cada paso de la ruta de atención y se emitirán alertas que serán remitidas a las entidades responsables.

El sistema cuenta además con una red de 35 enlaces territoriales distribuidos en macrozonas del país. Estas personas acompañan la implementación local, fortalecen capacidades institucionales y sirven de enlace con organizaciones comunitarias. Para Bernal, se trata de uno de los componentes más importantes: la transformación real de la atención depende de que las entidades territoriales adopten el sistema como herramienta cotidiana.

A esto se suman las medidas de estabilización inmediata, reguladas por la Resolución 860 de 2024. Estas medidas incluyen alojamiento seguro, transporte, alimentación, atención psicojurídica, acompañamiento en crisis y servicios exequiales para familias de víctimas de feminicidio. Son apoyos diseñados para cubrir un vacío histórico: la ausencia de soporte material para mujeres en riesgo inminente.

El alcance real del sistema: qué hace y qué no hace

Bernal enfatizó una distinción indispensable: SALVIA no opera como autoridad judicial ni administrativa. No dicta medidas de protección, no investiga, no sanciona y no reemplaza las funciones de la justicia, la salud o la policía. Su misión es registrar, integrar información, monitorear la ruta y generar alertas que deben ser atendidas por las entidades competentes.

Durante años, la falta de información compartida ha sido uno de los factores que impiden prevenir riesgos feminicidas. SALVIA busca que ninguna institución actúe a ciegas o desconectada del resto.

Para las mujeres en situación de violencia, la puesta en marcha del sistema introduce transformaciones concretas. Por primera vez habrá una puerta de entrada unificada, integrada con la Línea 155, la plataforma digital y la futura aplicación móvil. Esto evitará que la víctima tenga que repetir su historia en cada entidad y permitirá que las instituciones conozcan en tiempo real el estado del caso.

También habrá trazabilidad completa de la ruta: se podrá saber qué entidad atendió, qué medida adoptó, cuánto tiempo tardó y dónde hay omisiones. Las alertas tempranas permitirán advertir fallas antes de que la situación escale. Y las medidas de estabilización ofrecerán respaldo inmediato a quienes están en mayor riesgo.

La dimensión del reto

Entre noviembre de 2024 y julio de 2025, la Línea 155 —integrada actualmente al sistema— recibió más de 41.600 llamadas, de las cuales 26.407 correspondieron a orientaciones efectivas, con acompañamiento superior a los 60 segundos. El Ministerio proyecta que el sistema podría cerrar 2025 con más de 22.000 orientaciones efectivas.

Las cifras evidencian la magnitud del desafío: la demanda de orientación y protección es enorme, y las entidades requieren herramientas que permitan responder con oportunidad y sin duplicación de esfuerzos.

Este lanzamiento marca un punto de quiebre en la forma en que Colombia enfrenta las violencias contra las mujeres. El sistema arranca con una estructura normativa robusta, un componente tecnológico en expansión y una presencia territorial que buscará garantizar que la información fluya y que las alertas se traduzcan en acciones concretas.

El lema del evento “Colombia sin machismo, el camino es el cambio” resume el desafío que viene. La efectividad de SALVIA dependerá de la capacidad del Estado para adoptar el sistema en todo el país, corregir fallas históricas y convertir esta arquitectura en protección real para las mujeres.