EE. UU. y la Unión Europea anuncian nuevas sanciones contra Rusia por la guerra en Ucrania

Washington y Bruselas endurecen las medidas económicas contra Rusia tras el fracaso de una nueva cumbre entre Trump y Putin. Las sanciones golpean a las principales petroleras rusas y buscan presionar el fin del conflicto.
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Trump y Putin.
Foto: El Kremlin, por su parte, negó que el diálogo esté roto y aseguró que “ambas partes siguen con los preparativos” para una eventual reunión. / AFP.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este miércoles un nuevo paquete de sanciones económicas contra Rusia, argumentando su “frustración” con el mandatario Vladimir Putin por la falta de avances en el proceso de paz en Ucrania.

“Cada vez que hablo con Vladimir, tengo buenas conversaciones, y luego no van a ningún lado”, dijo Trump desde el Despacho Oval. “Estas son sanciones enormes, y esperamos que no duren mucho tiempo. Esperamos que la guerra se resuelva”.

El anuncio marca un giro en la postura del presidente estadounidense, que había aplazado durante meses la adopción de sanciones, apostando por una negociación directa con el Kremlin. La decisión llega tras el fracaso de una cumbre prevista en Budapest, que debía servir como punto de inflexión para el conflicto, que ya supera los tres años y medio.

El nuevo paquete incluye medidas contra Rosneft y Lukoil, las dos mayores compañías petroleras de Rusia, y contempla el congelamiento de activos en Estados Unidos, así como la prohibición de realizar transacciones comerciales con empresas norteamericanas.

El secretario del Tesoro, Scott Bessent, calificó la decisión como “una de las mayores sanciones impuestas por Estados Unidos en su historia reciente”. “Dada la negativa del presidente Putin a poner fin a esta guerra sin sentido, el Tesoro está sancionando a las compañías que financian la maquinaria de guerra del Kremlin”, afirmó.

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“Todavía hay espacio para la paz”

El secretario de Estado, Marco Rubio, aseguró que Washington mantiene abiertos los canales diplomáticos, pese al endurecimiento de las sanciones.

“Todavía nos gustaría reunirnos con los rusos. Siempre estaremos interesados en involucrarnos si hay una oportunidad de lograr la paz”, afirmó Rubio ante periodistas en Washington.

El Kremlin, por su parte, negó que el diálogo esté roto y aseguró que “ambas partes siguen con los preparativos” para una eventual reunión.

“Nadie quiere perder el tiempo, ni el presidente Trump ni el presidente Putin”, dijo un portavoz ruso.

La Unión Europea refuerza la presión económica

De forma paralela, la Unión Europea aprobó un nuevo paquete de sanciones —el decimonoveno desde 2022— con el objetivo de reducir los ingresos energéticos de Moscú.

El bloque de 27 países anunció que prohibirá la importación de gas natural licuado ruso a partir de 2027 e incluirá en su lista de restricciones a más de 100 buques de la llamada “flota fantasma”, utilizada para evadir los controles de exportación.

Además, la UE restringirá los desplazamientos de diplomáticos rusos sospechosos de espionaje y fortalecerá los mecanismos de rastreo de empresas pantalla vinculadas al financiamiento del Kremlin.

Las sanciones conjuntas de Estados Unidos y la Unión Europea marcan una nueva etapa en la estrategia occidental frente a una guerra que no muestra señales de un final cercano. Trump, que había apostado por un acuerdo personal con Putin, enfrenta ahora el costo político de un conflicto estancado, mientras Bruselas refuerza la presión económica como única vía para debilitar la capacidad de guerra de Rusia. El mensaje es claro: sin avances tangibles hacia la paz, el aislamiento financiero de Moscú se profundizará.