Andrea Ramírez: “Voy a luchar con todo mi ser para ganar una medalla olímpica”

Si hay un recuerdo que permanece intacto en la memoria de Andrea Ramírez es el de aquel 12 de marzo de 2020, el día que selló su clasificación a los Juegos Olímpicos Tokio 2020.

Luchando, como la ha hecho desde que decidió cambiar la música por el taekwondo, Andrea consiguió su cupo en el Campeonato Clasificatorio de Costa Rica, después de vencer en la semifinal a la peruana Lizbeth Diez (14-12).

“Fue uno de los días más felices de mi vida; inolvidable”, rememora hoy, poco más de un año después de recibir el premio a su sacrificio, a la dedicación, a los golpes, a las arduas jornadas de entrenamiento.

Todo valió la pena, todo… El destino le terminó dando la razón cuando a los 13 años decidió seguirle el ‘juego’ a su hermana Laura e inscribirse en el club Panteras, de su natal Sogamoso, dejando atrás lo que parecía ser una prometedora carrera como violinista.

No fue fácil, claro. “Yo estudiaba por las tardes y entrenaba en las mañanas y en las noches. Era duro, pero valió la pena”, rememora con nostalgia la hija de Juan José Ramírez y Marcela Vargas, cinturón negro en su juventud.

“Ganar todo”

Así, con perseverancia, se fue abriendo paso en esta disciplina deportiva, hasta que fue seleccionada por el maestro Cito René Forero, formador de grandes taekwondistas del país, y encargado de pulir a quien hasta ese momento era un ‘diamante en bruto’.

“Me puse el objetivo de ganar todo, de entrenar muy fuerte, de ser la mejor”, señala, reiterando que “fui muy disciplinada en todas mis cosas, tenía que entrenar el doble para poder llegar al nivel que estaban las otras” atletas.

 

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Y fue en 2016 cuando todos los sacrificios dieron sus frutos: Andrea consiguió hacerse un lugar en la Selección Colombia de mayores, una meta que alcanzó tras derrotar a quien era la número uno del país por entonces.

La Selección fue su plataforma de lanzamiento. Esa figuración le permitió competir en el Mundial de Taekwondo de Corea del Sur, en 2017, donde sorprendió con una tercera posición que le valió la medalla de bronce en los 46 kg. Un título importante, sí, pero también reconfortante.

“Era la primera vez que salía del país, también mi primera participación en un campeonato mundial. Con 18 años y poca experiencia, nadie imaginaba que iba a dar resultados… Pero ¡oh, sorpresa! Llegó la medalla mundial”, dice ahora, y recuerda que en ese instante cualquier duda respecto a dedicarse de lleno al taekwondo se esfumó de su mente “Me dije: ‘Definitivamente, esto es lo mío, es lo que quiero hacer por el resto de mi vida’”.

Y así ha sido…

Sueño cumplido

Andrea Ramírez en el combate que le valió la medalla de bronce panamericana en Lima 2019. Foto: Luis Acosta / AFP

Luego, vino otro logro importantísimo en su carrera: ganar la medalla de bronce en los Juegos Panamericanos de Lima 2019, en la categoría 49 kg. Otro impulso más para su vida.

Llena de confianza y apoyada por el maestro Cito, a quien considera como un padre, fue una de las elegidas para representar al país en el preolímpico que se llevó a cabo en Costa Rica el año pasado.

¡Qué reto! El más grande en ese momento. Y, claro, como era de esperarse, Andrea dio su 100% para avanzar de rondas, hasta alcanzar la final, instancia en la que enfrentó a la peruana Lizbeth Diez, a quien consiguió doblegar para conseguir su clasificación a los Juegos Olímpicos Tokio 2020.

“Cuando clasifiqué, se me pasaron muchas cosas por la cabeza … el esfuerzo, el sacrificio de mi familia, las largas jornadas de entrenamiento y todas las cosas difíciles que vivimos los deportistas”, señala.

Fue tal su descarga de adrenalina que en la charla telefónica aún se siente ese alivio, esa emoción: “Fue un momento liberador en mi vida, sentí que todo lo que había hecho hasta ese instante había valido la pena”.

… Cómo no, su empeño le aseguró un cupo a las máximas justas del deporte mundial, donde las metas son ambiciosas: “El sueño de todo deportista es ganar una medalla olímpica y yo voy a luchar con todo mi ser para lograr una en Tokio”.

Será una labor encomiosa, eso es seguro, pero con el empuje que la caracteriza, Andrea Ramírez, una de las atletas colombianas clasificadas a los Olímpicos, irá por la gloria eterna.

Por: Erick Nieves