Donald Trump afirmó que siempre ha mantenido una muy buena relación con Vladimir Putin, presidente de Rusia, pero sostuvo que algo le ha ocurrido y que "se ha vuelto absolutamente loco".
La histórica decisión responde a una larga batalla judicial liderada por periodistas que buscan destapar la magnitud de los abusos sexuales cometidos por sacerdotes en el país.
Uno de los dos hechos por los que es investigado el actual jefe de la cartera laboral estaría fuera del alcance de la acción penal, según la Fiscalía y la Procuraduría.