Colombia empezaría a exportar 80 mil toneladas de café, 15 mil de banano y 10 mil de cacao al año, tras un acuerdo con China

La negociación avanza en Shanghái en el marco de la Exposición Internacional de Importaciones de China (CIIE), y podría abrir un nuevo capítulo para el agro colombiano a partir de 2026.
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Foto: El presidente Gustavo Petro celebró los avances, recordando que reducir el déficit comercial con China pasa por “exportar más y atraer mayor inversión directa anual”. / Agencia de Desarrollo Rural.

En Shanghái, China, la negociación entre Colombia y empresarios del gigante asiático avanza hacia la apertura de un acuerdo que permitiría exportar desde 2026 unas 80 000 toneladas de café, 15 000 de banano y 10 000 de cacao al año, cifras que consolidarían la presencia del país en el mercado más grande del mundo.

La delegación colombiana, integrada por 26 voceros de asociaciones campesinas, participa en la VIII Exposición Internacional de Importaciones de China (CIIE), una de las vitrinas comerciales más relevantes del planeta. El grupo está acompañado por la Agencia de Desarrollo Rural (ADR), encargada de promover los productos agroalimentarios nacionales ante compradores internacionales.

“Acabamos de hacer una cata de cafés muy importante. Es la empresa que más compra café acá en China, con tiendas en todo el mundo. Importa cerca de 80 000 toneladas al año; ahora veremos cuánto podremos suministrarles desde Colombia”, explicó César Pachón, presidente de la ADR.

Interés creciente de China por el agro colombiano

Las conversaciones comerciales han despertado un interés notable entre importadores chinos, que buscan diversificar sus proveedores agrícolas. Según la ADR, las negociaciones se desarrollan con empresas que manejan grandes volúmenes de compra y proyectan contratos de largo plazo.

“Hay bastante comprador de cacao y de frutas. En el caso del banano, una empresa está pidiendo 200 contenedores. Y sobre cacao, nos están solicitando unas 10 000 toneladas. Estamos acordando la forma, los precios, las cantidades y los tiempos de entrega”, indicó Pachón.

Estas conversaciones se enmarcan en un momento de mayor cooperación bilateral tras la adhesión de Colombia a la Iniciativa de la Franja y la Ruta, estrategia global de comercio e infraestructura impulsada por China.

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El campesinado, protagonista del intercambio

Por primera vez, productores campesinos, indígenas y afrodescendientes de regiones como Chocó, Tumaco, Meta, Santander y Magdalena participan directamente en una negociación de este alcance.

“Somos tumaqueños y chocoanos, de regiones apartadas del centro del país. Esto significa abrirnos a un mercado mundial y darnos a conocer como procesos comunitarios y como producto bandera”, expresó Hilda Hurtado, productora de cacao.

El Gobierno ha resaltado que este enfoque busca eliminar intermediarios y garantizar que los beneficios lleguen directamente a las familias rurales.

Nuestro presidente Gustavo Petro fue claro: no seremos potencia agropecuaria si no abrimos nuevos mercados, esta vez para que el campesinado exporte sin los intermediarios que nos vendieron en el pasado. China está enamorada de nuestros productos y de nuestras historias”, añadió Pachón.

Diplomacia económica y nuevas rutas marítimas

El plan de exportaciones se apoya en un acuerdo con Cosco Shipping, la naviera más grande de China, que establecerá una ruta marítima directa entre ambos países. La medida reducirá tiempos logísticos y fortalecerá la competitividad del sector agroexportador colombiano.

El presidente Gustavo Petro celebró los avances, recordando que reducir el déficit comercial con China pasa por “exportar más y atraer mayor inversión directa anual”.

La participación de Colombia en la CIIE forma parte de una estrategia de diplomacia económica activa que busca diversificar socios comerciales y posicionar al país como proveedor confiable en Asia.

Un paso estratégico para el agro colombiano

El acuerdo en curso se perfila como uno de los avances más significativos del campo colombiano en la última década. Su implementación implicaría ingresos sostenibles para comunidades rurales, generación de empleo y el fortalecimiento de la marca país en el sector agroalimentario.

“Hoy están trayendo café de más de siete países, pero les decimos: si quieren el mejor café del mundo, tienen que traer café de Colombia”, concluyó Pachón.

La negociación en Shanghái amplía los horizontes comerciales del país y reafirma el papel del campesinado en la política exterior económica de Colombia. El diálogo con China representa un cambio de paradigma: de vender materia prima a exportar historias, saberes y calidad construida desde el territorio.