Fiscalía acusa al general (r) Francisco Patiño por muerte de joven grafitero

Luego de analizar elementos de prueba, la Fiscalía determinó que el general (r) Francisco Patiño Fonseca conocía un plan orquestado por varios uniformados para proteger al patrullero que disparó contra el joven grafitero Diego Felipe Becerra, que murió a causa del impacto el 19 de agosto de 2011, en Bogotá.

Tras el análisis, la Fiscalía General de La Nación acusó formalmente a Patiño, como presunto responsable de los delitos de favorecimiento y fraude procesal.

De acuerdo con un comunicado oficial compartido por la entidad, el exoficial estaría involucrado en un plan orquestado por algunos integrantes de la Policía Nacional, con el cual pretendían ocultar la verdad sobre la muerte del joven grafitero.

Según reveló un fiscal delegado ante la Corte Suprema de Justicia, se descubrió que fueron muchas las actuaciones irregulares que se presentaron en el caso para proteger al uniformado que accionó el arma de dotación y causó la muerte de la víctima.

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La Fiscalía demostró que un arma de fuego fue implantada en la escena del crimen para hacer creer que Becerra la habría usado para asaltar un bus e intentar escapar de la Policía Nacional.

La investigación evidencia que el general (r) Patiño Fonseca, entonces comandante de la Policía Metropolitana de Bogotá, habría tenido conocimiento de la ubicación intencional de un arma de fuego en el lugar del homicidio.

Además, el exoficial también habría tenido conocimiento del falso testimonio brindado por el conductor de una buseta sobre el supuesto robo en el que estaría involucrado el joven grafitero y de la entrega de bonos de mercado a personas que testificaron de manera equivocada sobre lo ocurrido.

La Fiscalía también estableció que Patiño Fonseca, al parecer, tuvo reuniones con patrulleros y oficiales para determinar la información que todos iban a decir en las declaraciones.

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Muerte de Diego Felipe Becerra

El 19 de agosto de 2011, Diego Felipe, que tenía 17 años, y dos de sus amigos, se encontraban pintando grafitis en el noroccidente de Bogotá cuando fueron descubiertos por el uniformado de la Policía, Wilmer Antonio Alarcón, que les dio la orden de detenerse y de permitir una requisa.

De acuerdo con la información publicada por autoridades, medios y la familia del joven, durante la requisa el uniformado le dijo algo al menor que hizo que saliera corriendo. En la persecución, Alarcón accionó su arma y le disparó en la espalda a Becerra, causándole la muerte.

A pesar de los esfuerzos de los médicos de la Clínica Shaio, que durante 40 minutos hicieron lo humanamente posible por reanimarlo, el joven murió.

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